martes, 12 de diciembre de 2006

LOS CLÁSICOS , BARCELONA Y JAPÓN (Descubriendo a Fragonard,Anglada-Camarasa y Gargallo)


Una y otra vez, a los profesores de clásicas se nos pregunta por parte de los alumnos ( y otros no tan alumnos) aquello de para qué sirven el griego y el latín, y yo, cuando me pasa esto , intento muy brevemente aludir a argumentos del tipo que si la lengua que hablamos proviene directamente de ellas, que si nuestra cultura occidental (totalmente diferente a la japonesa, por citar una) tiene sus raíces en Grecia y Roma, que si los textos en griego y latín son una fuente primordial para conocer el mundo clásico, que si tal , que si cual……

He pasado estas mini vacaciones en tierras de mi marido, en Barcelona, y muy disciplinadamente decidí no llevarme el portátil y disfrutar del tiempo de ocio con mi familia.

En CaixaForum,Centre Social i Cultural de la Fundació “la Caixa” siempre ofrecen un programa cultural de lo más interesante y esta vez no fue menos, así que fuimos a ver dos exposiciones.

La primera de ellas lleva por título “Jean-Honoré Fragonard (1732-1806), Orígens i influències . De Rembrant al segle XX .
Había leído antes de entrar que la exposición conmemora los doscientos años de la muerte del pintor y que es una de las más exhaustivas que se han organizado nunca sobre él; que la colección presente revela todas las facetas del artista: los temas galantes, sus paisajes, alegorías amorosas, retratos , escenas de interior, el tema religioso; que fue un artista de gran cultura y que se inspiró en los pintores del pasado…

Y nada más empezar nuestro paseo en la sala contemplo en formato de gran tamaño : “Psique mostrando a sus hermanas los regalos de Amor”,1753; y “Psique rechazando los honores divinos”,1740; vaya, aquí está Apuleyo!
Seguimos caminando y vemos a los desconfiados esposos “Céfalo y Procris”, 1755; luego “Minerva arranca a Adolescencia de los brazos de Venus”,1761; y también vemos dos cuadros muy parecidos y con el mismo título: “Mercurio y Argos”, 1745; más adelante, “El combate de Minerva contra Marte”, 1780; caray!
Me gustaron también mucho, dos cuadros pequeños que formaban una unidad compositiva “Los progresos del amor”, uno era “La sorpresa o el encuentro” y el otro “La persecución” de 1771.
Y efectivamente pudimos ver también los delicados cuadros de escenas interiores, retratos, paisajes, escenas religiosas….

Pero sigo.

La siguiente exposición llevaba por título “El mundo de Anglada-Camarasa”, pintor catalán que a principios del siglo XX alcanzó éxito internacional. Sus obras , de gran formato, o bien reflejan el Paris nocturno de la Belle Époque, o bien el paisaje de Mallorca, donde se refugió durante la 1ª Guerra Mundial. También vimos cuadros de colores muy vivos e intensos de temática relacionada con el folclore hispánico.
Pero de repente, también muy grande vimos unas “Ninfas encadenando a Sileno” de 1910 y esta particular “Sibila” de 1913. No te digo! (Perdón por la mala calidad de la imagen)








Al día siguiente, fuimos a la Sala d’exposicions de la Fundació Caixa Catalunya ubicada en uno de los edificios más emblemáticos de Barcelona, La Pedrera. Allí vimos la exposición del escultor catalán Gargallo (1881-1934) , figura destacada en el vanguardismo de comienzos del s XX por sus innovaciones técnicas en la escultura al utilizar metales poco utilizados hasta entonces .
No obstante, siguió realizando obras figurativas con materiales tradicionales como terracota, piedra o mármol, y abre la exposición un busto de mujer con el título de “Leda”, sí digo bien! , y no me he equivocado!, “Leda”.

En ese momento no pude evitar decir a mi marido y a mis hijas: mis alumnos de 4º de ESO de Cultura Clásica os explicarían muy bien qué ven de particular en este busto y por qué lleva tal título (cosa que hice yo enseguida, claro está). Y es que, tras leer el nombre, me vi impulsada a buscar el detalle que relacionara la cara con el título, y la clave estaba en el pelo, un peinado algo corto pero suficiente para tener cierto vuelo y revelar en sus ondas la forma del plumaje del cisne. Increíble, pero cierto! Un guiño del artista .

Después de todo esto, volviendo al comienzo de esta historia, pienso que la pregunta famosa que nos hacen siempre no debería ser para qué sirven las lenguas clásicas, sino de qué modo podría uno escapar de la civilización clásica, y yo ésta sí que no la sé contestar, a no ser que me vaya a vivir a Japón.


(Lástima que los vigilantes de las salas hicieran muy bien su trabajo, y yo, que soy bastante torpe haciendo de reportera furtiva, no saqué nada decente. Lo siento!)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

MENUDO VIAJECITO OS HABÉIS DADO!!!!
Eres una entusiasta, ya nos contarás más detalles.
Felicidades por tu blog, eres una trabajadora!
BEsos
ELena

Lluïsa dijo...

Me encanta lo que has escrito y me encanta seguir descubriendo que hice bien estudiando clásicas. Que escape quien quiera, yo no. Felicidades.